Go Back Go Back
Go Back Go Back
Go Back Go Back

“Debemos estar ahí cuando las mujeres nos necesitan”. Leny: la doctora que salva vidas.

 “Debemos estar ahí cuando las mujeres nos necesitan”. Leny: la doctora que salva vidas.

Historia

“Debemos estar ahí cuando las mujeres nos necesitan”. Leny: la doctora que salva vidas.

calendar_today 11 Junio 2025

Leny insiste en que los controles prenatales no son una formalidad, sino una red de seguridad. ©UNFPA Bolivia/Gino Rocha Menacho
Leny insiste en que los controles prenatales no son una formalidad, sino una red de seguridad. ©UNFPA Bolivia/Gino Rocha Menacho

En medio del calor húmedo de Trinidad, Beni, la doctora Leny Zambrana Lara abre las puertas del centro de salud 30 de julio, antes del amanecer. No hay partos aquí, pero sí una urgencia silenciosa que se vincula en cada consulta: prevenir la muerte materna.

Leny nació en esta ciudad. Apasionada por la medicina, fue a formarse en otro contexto, pero siempre supo que volvería. Hoy es especialista en salud familiar comunitaria intercultural, y ha hecho de su vocación una cruzada contra las muertes evitables de mujeres embarazadas.

©UNFPA BOLIVIA/Gino Roca Menacho
©UNFPA BOLIVIA/Gino Roca Menacho

“En Beni, las muertes maternas a menudo resultan de demoras”, dice con voz firme pero serena. “Demoras en reconocer un problema. Demoras en decidir buscar ayuda. Y demoras en llegar a tiempo al centro de salud.” Cada una de esas demoras puede ser letal.

La mayoría de las mujeres que atiende llegan desde comunidades donde los caminos son intransitables y el transporte es escaso. “Incluso si saben que algo anda mal, muchas veces esperan su cita programada. Algunas adolescentes creen que no pueden venir antes. No dicen que están con dolor, a menos que se les pregunte directamente. Y cuando lo hacen, muchas veces ya hay que derivarlas de emergencia”, comenta.

©UNFPA BOLIVIA/Gino Roca Menacho
©UNFPA BOLIVIA/Gino Roca Menacho

La doctora recuerda bien a una mujer que llegó con náuseas y vómitos persistentes. Tenía cuatro meses de embarazo. Había soportado los síntomas durante semanas, sin decir nada. “Solo mencionó su malestar en su control rutinario. No había querido adelantarse.”

Leny insiste en que los controles prenatales no son una formalidad, sino una red de seguridad. Por eso, en el centro de salud donde trabaja, ella pide que las mujeres acudan con un acompañante.

“Los signos de peligro -dolor, sangrado, pérdida de líquido, hinchazón, dolores de cabeza- no siempre se identifican a tiempo. Informar a la familia también es salvar vidas”

Pero su trabajo va más allá del diagnóstico clínico. Como especialista en salud intercultural, aprendió que salvar vidas también significa respetar las prácticas culturales. “Trabajé en comunidades indígenas, donde las mujeres prefieren dar a luz con parteras, en la posición que eligen, sin medicación. No se trata de imponer, sino de acompañar.”

Una noche, una partera la invitó a un parto tradicional en la comunidad indígena San José del Cavitu. Leny acudió como observadora. Ella recuerda cómo “todas las mujeres de la comunidad estaban ahí, sosteniéndose entre ellas. Fue un parto sin intervención. Cuando intenté ayudar, la madre rechazó mi presencia. No me conocía. No confiaba en mí. Me retiré en silencio. Fue una gran lección sobre el respeto que debemos tener a los conocimientos y las prácticas, con lente intercultural”, afirma.

©UNFPA BOLIVIA/Gino Roca Menacho
©UNFPA BOLIVIA/Gino Roca Menacho

Leny afirma que el ejercicio de derechos va avanzando, pues las mujeres ya no piden permiso a sus esposos para acceder a métodos anticonceptivos, lo que antes era norma. Los adolescentes pueden solicitarlos sin la firma de un adulto. Pero, aún hay un vacío: los hombres rara vez se involucran. “No llegan juntos. Tal vez temen perder autoridad. No lo sé. Pero necesitamos que se sumen, porque para avanzar se requiere del concurso de todas y todos”.

Su trabajo se enmarca en un esfuerzo mayor. A través del proyecto “La salud y los derechos sexuales y reproductivos y una vida libre de violencia sexual y de género para las mujeres y niñas más vulnerables de Bolivia 2024 - 2028”, implementado por ONU Mujeres, UNFPA y UNICEF con el apoyo financiero de la Embajada de Canadá, se busca garantizar que los servicios de salud sexual y reproductiva sean accesibles y de calidad. Especialmente para mujeres indígenas, adolescentes y niñas en situación de vulnerabilidad. En ese marco, el fortalecimiento de capacidades del personal de salud en municipios como Cobija, Trinidad y El Alto es fundamental. Profesionales como Leny son clave para que el enfoque de derechos humanos y la perspectiva intercultural se traduzcan en una mejor atención en las redes de salud priorizadas.

©UNFPA BOLIVIA/Gino Roca Menacho
©UNFPA BOLIVIA/Gino Roca Menacho

Las transformaciones en la salud sexual y reproductiva en Bolivia también se reflejan en los datos. Uno de los resultados más importantes de la Encuesta de Demografía y Salud 2023 - EDSA 2023 es la disminución de la Tasa Global de Fecundidad: en 1994, las mujeres bolivianas tenían en promedio 4,8 hijos; en 2023, esa cifra se redujo a 2,1. También se acortó la brecha entre áreas urbanas y rurales: de 2,5 hijos por mujer en 1994 a sólo uno en 2023. Sin embargo, persisten desigualdades. Las mujeres sin instrucción formal tienen, en promedio, 2,7 hijos más que aquellas con estudios superiores, y las mujeres del quintil más bajo de riqueza tienen 2,2 hijos más que las del quintil más alto.

El camino de la doctora Leny -de Trinidad a las comunidades más remotas y de vuelta a la ciudad- es un acto de persistencia. En cada historia de una mujer hay una alerta. En cada demora, una señal para actuar más rápido. Y en cada consulta, un recordatorio claro: “Salvar una vida materna no empieza en el quirófano. Empieza con la escucha atenta, la puerta abierta y el control prenatal temprano”.

Historia escrita por: Jiwon Park jpark@unfpa.org
Fotos:
©UNFPA Bolivia/Gino Roca Menacho