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Eran las 5:30 de la mañana del 23 de marzo y Alejandra terminaba de alistar la ropa de su pequeño hijo de 6 y su hija de 13 años. Ese día era el censo de Población y Vivienda en Bolivia y Alejandra siendo Supervisora del Área 15, realizaría las tareas asignadas en la zona de Río Seco de la ciudad de El Alto en La Paz, Bolivia. Por tanto, sus hijos quedarían a cargo de su mamá y su hermano.

Tras un proceso dinámico de capacitación del Instituto Nacional de Estadística, Alejandra estaba lista para cumplir las funciones de Supervisora. “Llegué temprano al centro de operaciones ubicado en la Sede Social Ex 9 de abril, donde íbamos a recibir las cajas censales con la información específica para llevar adelante el censo en la zona asignada” explica Alejandra. “Cinco personas muy comprometidas y responsables, estuvieron bajo mi supervisión” afirma.

Alejandra Alarcón Soliz nació en febrero de 1988, y muy pequeña su abuela materna la llevó a vivir a la zona de Río Seco. “Me llevó recién nacida y teniéndome cargada, mi abuela construyó su casa” recuerda con emoción. Esa herencia de trabajo caracterizó a su abuela, y también -según Alejandra- es el sello que describe a su mamá, de quien ha heredado la responsabilidad con el trabajo. Estudió en el Colegio Pedro Domingo Murillo de la ciudad alteña y luego de concluir la etapa escolar se formó en Secretariado Ejecutivo y también Belleza Integral, logrando ser Técnico Medio en ambas áreas. Postuló a la Universidad Pública de El Alto, pues quiere obtener la licenciatura en Derecho y así ampliar sus oportunidades laborales y de conocimiento.

Ya eran las 7:50 de la mañana y Alejandra junto a su equipo había iniciado el recorrido para aplicar los formularios censales. A las 8:30 y mientras efectuaba la supervisión de rutina, vio a una señora caminando por la calle. “Considerando las restricciones que se determinaron para el día del censo, me aproximé y le dije que no podía circular por la calle, porque estaba prohibido”. Grande fue la sorpresa cuando la señora le dijo que buscaba ayuda pues su hija estaba a punto de dar a luz. “De inmediato fui con doña Valentina a su casa y mientras hacíamos el recorrido, llamé a la jefa de zona para que solicitara una ambulancia para trasladar rápidamente a la persona que ya estaba con los dolores de parto” afirma Alejandra.

La oportuna acción de Alejandra permitió que se trasladara rápidamente en ambulancia, a la hija de doña Valentina, para ser atendida en el Centro de Salud Lotes y Servicios. “Gracias a la señora Alejandra que nos ha colaborado, mi hija pudo ser trasladada. Mi hija estaba con los dolores y no sabíamos qué hacer. Estoy agradecida por su ayuda. El bebé nació finalmente en el hospital del Norte y están bien mi hija y la wawa”, afirma con gratitud doña Valentina Quispe Parrilla, abuela del niño que nació a las 13:45 del 23 de marzo.

“Tuve una niñez y adolescencia donde sentí la ausencia de mi padre. Mi madre es una mujer muy trabajadora que se ha esforzado por hacer que no nos falte nada. Soy madre soltera, trabajo de forma independiente y me he propuesto estar paso a paso en la vida de mis dos hijos. No quiero que ellos sientan la ausencia que yo sentí. Por eso para mí la maternidad es muy importante, y esta experiencia que viví el día del censo me hace sentir contenta y bendecida porque pude ayudar a una mamá y también a una familia” afirma Alejandra.

“Al inicio me nació el interés en ser parte del censo, porque es un acontecimiento importante para mi país. De hecho, espero que en diez años mi hija sea parte del censo cuando tenga 23 años. Y ahora, después de esta experiencia que he vivido, me siento mucho más alegre porque fui parte de algo que es único; siento que di mi granito de arena para que una mamá pueda dar a luz en condiciones adecuadas que aseguren su vida. Pude vivir dos experiencias inolvidables, por las que me siento profundamente feliz y agradecida con la vida”.

Alejandra es una de las 860 mil censistas que de forma voluntaria trabajaron en el proceso censal en todo el territorio boliviano el 23 de marzo. A través de su trabajo se efectuó el levantamiento de datos que a futuro aportarán en la toma de decisiones y en la generación de políticas públicas para el país.

El Programa del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) se centra en la reducción de las muertes maternas evitables, adoptando un enfoque integral para mejorar la disponibilidad y accesibilidad a información y a servicios de alta calidad en salud y derechos sexuales y reproductivos. Asimismo, brinda asistencia técnica en el marco del censo; a su vez fortalece las capacidades nacionales y subnacionales y los sistemas de gestión de información para la generación de datos y evidencia definidos para el diseño de políticas públicas que llegan a poblaciones más dejadas atrás. 

Fotos: INE, Alejandra Alarcón, UNFPA Bolivia
Escrito por: rportugal@unfpa.org