El pasado 16 y 17 de marzo en la ciudad de Cochabamba, la Mesa Nacional de Maternidad y Nacimiento Seguros (MNMNS) organizó el Foro Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, con el objetivo de actualizar los datos y aspectos relevantes sobre la morbilidad y mortalidad materna, perinatal, neonatal y la salud sexual y reproductiva.
En este evento participaron representantes del Ministerio de Salud y Deportes, fiscalía general del Estado, especialistas nacionales e internacionales del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), Organización Panamericana de la Salud (OPS), Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), IPAS, y del Observatorio de Mortalidad Materna y Neonatal (OMMN).
Los temas de análisis abordados en las mesas de trabajo fueron: la salud materna y neonatal, la interrupción legal del embarazo, la atención y educación en salud sexual y reproductiva en la adolescencia, los sistemas de vigilancia institucional y comunitaria de la mortalidad materna y neonatal.
La evidencia a nivel regional nos dice cerca de 8.000 mujeres mueren cada año a causa de complicaciones en el embarazo, parto y puerperio.[1] La pandemia por COVID-19 provocó un retroceso de 20 años en los indicadores de salud materna de la región. Se indica que 9 de cada 10 muertes maternas son evitables si se aplican las medidas y recomendaciones que han demostrado ser efectivas: cuidados maternos de calidad, acceso universal a los métodos anticonceptivos y lucha contra las desigualdades en el acceso a la salud.
Frente a esta situación, el Grupo de Trabajo para la Reducción de la Mortalidad Materna (GTR) lanzó la Campaña “Cero muertes maternas: Evitar lo evitable” el pasado 8 de marzo, un llamado a la acción para retomar el camino de la reducción de la mortalidad materna en la región.
Según el informe del GTR, en la última década, la reducción de la mortalidad materna en América Latina y el Caribe ha mostrado indicios de un marcado enlentecimiento y en algunos casos de retroceso, que ponen en riesgo el cumplimiento de los compromisos acordados a nivel mundial, regional y dentro de los propios Estados, incluido el de las metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Otro dato relevante es que entre 2015 y 2020 en América Latina y el Caribe la pandemia por COVID-19 agravó el cuadro de mortalidad materna y supuso un importante retroceso en los avances hacia erradicar las muertes evitables.
En 2020, el número de muertes maternas en la región se disparó a más de 8.000 -un aumento del 9% con respecto a las 7.742 muertes maternas registradas en 2019 antes de que comenzara la pandemia-, mientras que la razón de mortalidad materna aumentó de 77 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en 2019 a una estimación de 88 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en 2020.2 Más aún, las estimaciones preliminares del año 2021 mostrarían una razón de mortalidad materna de 113 muertes por 100.000 nacidos vivos, un marcado exceso con respecto a los años previos a la pandemia.[2]
Por ello, este tipo de espacios cobra relevancia donde expertos en la salud aportan para evitar lo evitable.
¿Qué es La Mesa de Maternidad y Nacimiento Seguro (MMNS)?
La Mesa de Maternidad y Nacimiento Seguro (MMNS) es una instancia de coordinación interinstitucional conformada por representantes del gobierno, agencias de cooperación bilateral y multilateral, organizaciones no gubernamentales, instituciones académicas y representantes de la sociedad. La MMNS intenta contribuir al ejercicio pleno de los derechos sexuales y derechos reproductivos, mediante acciones de abogacía e incidencia, movilización comunitaria, exigibilidad y fortalecimiento institucional, en el marco de las políticas públicas vigentes.
¿Qué es el GTR?
El GTR es un mecanismo interagencial formado por agencias técnicas de las Naciones Unidas, organismos bilaterales y multilaterales de cooperación, organizaciones no gubernamentales y redes profesionales de la región. Desde sus inicios en 1998 promueve la colaboración y sinergia entre diferentes actores regionales para implementar políticas y programas de reducción de la morbilidad y mortalidad maternas en América Latina y el Caribe (ALC) a través de la generación de compromisos políticos de alto nivel para la implementación de prácticas en salud materna eficaces y eficientes; la movilización de financiamiento global y nacional para la implementación de programas de salud materna sustentables; la promoción del monitoreo de estrategias conjuntas para la reducción de las muertes maternas en la región; la visibilización del problema de la morbilidad y mortalidad maternas a través de acciones de incidencia en plataformas globales, regionales y nacionales y la diseminación de conocimientos, buenas prácticas y lecciones aprendidas de la región en el campo de la salud materna.
[2] Declaración conjunta a favor de la reducción de la morbilidad y la mortalidad materna