Conocer a Giovanna Angola es un mundo de sueños, ideas y tejidos desde el canto. Quiere tanto a la gente como a los escenarios. Es una mujer impactante, con una sonrisa llena de historias, una mirada amiga llena de sueños. Una gran mujer afroboliviana, que lleva con orgullo sus raíces desde el mismo apellido. Escuchar su voz calmada y muy “trabajada" ya da indicios de saber que estamos frente a una gran cantante.
Al escuchar sus canciones con “sazón afro”, se oye una voz que acaricia y calma, confirmando lo que ella dice sobre el arte y la música como canalizador de sanación: “Claro que he sufrido bullying de niña, mi infancia ha sido en los ríos, los huertos, en la casa de mis abuelos. Pero ya cuando hablo de mi formación artística, es donde comprendo el encuentro con mis raíces Afro. La música que heredé de mi padre y el ejemplo de mi madre -que ha pasado muchas cosas en su vida y siempre las ha sabido superar- han sido la canalización más importante, para que la discriminación que vivía pase a un segundo plano. O sea, yo estaba metida en esto de hacer arte siempre y creo que eso ha sido un alivio también para mi vida y para mi alma”.
En Bolivia, la población afroboliviana tiene 8,7 años de escolaridad, que equivale a la primaria completa, más los dos primeros grados del nivel secundario. En cuanto al analfabetismo, 5 de cada 100 mujeres afrobolivianas se encuentran en esa situación y 45 de cada 100 afrobolivianas y afrobolivianos enfrentan situación de pobreza. (UNFPA, 2021)
Como bien destaca la Declaración y el Programa de Acción aprobados en la Conferencia Mundial contra el Racismo de 2011, las personas afrodescendientes han sido, durante siglos, víctimas del racismo, la discriminación racial y la esclavización, y de la denegación histórica de muchos de sus derechos. A su vez el Informe de Estado de la Población Mundial 2024, muestra que el horizonte para vencer las barreras de violencia y discriminación, continúa siendo muy lejano para millones de personas, entre ellas las personas afro. Cabe destacar que se trata de un fenómeno que depende del contexto: las circunstancias que llevan a que las personas se queden atrás vienen dadas por factores sociales, políticos y culturales más generales que varían enormemente de un lugar a otro. El mismo documento ilustra, desde lo interseccional, que el género de una persona, entrecruzada con la edad, el lugar, cultura y etnicidad, puede agravar la discriminación y por ende; retrasar las oportunidades hacia la equidad.
Ante estas miradas que no están alejadas de las realidades latinoamericanas o de la diáspora africana, el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo para América Latina y El Caribe, traza importantes rutas para el diseño de políticas públicas en pro del bienestar de las poblaciones. En el documento oficial se expresan hitos para eliminar la desventaja de las personas y comunidades afrodescendientes en las áreas de educación, empleo, salud, vivienda, mortalidad infantil y esperanza de vida; como considerar las dinámicas demográficas y socioculturales particulares de las poblaciones afrodescendientes, garantizando su plena participación y abordaje interseccional.
En la vida de Giovanna, cada día es un avance. Un redescubrimiento de su ser, que sin miedo (o con todo el miedo del mundo) la impulsó a ingresar profesionalmente en la carrera musical a los 48 años, desafiando muchos estereotipos y decisiones sobre su vida y su cuerpo que también es hipersexualizado. “Con mis canas demás, con los kilos demás, amo mi cuerpo. Tengo un matrimonio de más de 25 años, ha sido una etapa muy importante el hecho de ser madre y esposa. Pero creo ahora que cumplí ese rol, tengo hijos que ya no dependen estrictamente de mí, pensé y analicé que yo tengo derecho también de hacer una vida como la que siempre he soñado, y la edad no debe impedirlo”.
Para Giovanna la adversidad es una puerta que abre oportunidades. “Yo trabajaba con alumnos de colegio y durante 13 años en formación artística. En pandemia me quedé sin empleo y es ahí donde una alumna me dice: Usted ya ha trabajado muchos años por nosotros llevándonos al escenario, pues ahora ya le toca a usted salir con un proyecto propio y que su nombre se conozca. Ese fue el último impulso que necesitaba”, comenta.
Darse a conocer como artista desde la adultez y desde la etnicidad sin duda requiere saber, con mucha firmeza, quienes somos y hacia dónde nos dirigimos “Yo sabía cuáles eran mis raíces, y no siempre era algo que mencionaba. Ahora yo me enorgullezco de mi apellido, de mi gente y ellos me han apoyado como nadie para saberme parte. He podido rescatar, no solamente la música afroboliviana, sino agarrar también de otras regiones de otros países donde están nuestros hermanos afros. Subir a las tablas y mostrarnos en fusiones grandes con ellos. Ha sido realmente una experiencia enriquecedora”.
En el Informe del Estado de la Población Mundial 2024 se muestran cambios en las tendencias a nivel de la autonomía corporal de las mujeres. En 19 de 32 países se han registrado avances, mientras que otros 13 han sufrido retrocesos. Es evidente que, en el siglo XXI las formas de discriminación contra las niñas y mujeres afrodescendientes existen, y justamente personas como Giovanna son ejemplo de cambio, capaces de mostrar al mundo una nueva concepción; en la que mirar y tejer bienestar fortaleciendo los derechos humanos como derechos fundamentales, son el nuevo hilo de futuro. “Yo me muestro en el escenario así tal como soy, amo mi corporalidad, me acepto y reconozco mi cuerpo como algo bello y ese mensaje yo quisiera dar a todas las mujeres y a todas las comunidades no afrodescendientes. Que su voz sea el primer hilo que hable su corazón, que con esa verdad que nadie esté por encima de sus propósitos”.
A partir de 1992, cada 25 de julio se conmemora el Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora. Es una fecha para destacar los logros alcanzados y los derechos reivindicados de mujeres como Giovanna.
Desde el UNFPA, bajo la brújula de “No dejar a nadie atrás” promovemos la participación de las mujeres afrodescendientes en la vida pública, en espacios de toma de decisión y liderazgo. El trabajo del Programa País se enfoca en que mujeres, adolescentes, jóvenes y niñas, en particular, las que viven en zonas rurales, periurbanas y en comunidades indígenas, y aquellas más dejadas atrás como afro bolivianas, migrantes y personas con discapacidad, para que ejerzan plenamente sus derechos sexuales y derechos reproductivos con autonomía corporal, en un entorno que promueva la igualdad de oportunidades y una vida libre de violencia.
Historia escrita por: Emma Rada rada@unfpa.org