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Pocoata es un municipio de Bolivia, ubicado en la provincia Chayanta del Departamento de Potosí. Conocido como “Tierra del charango" y "Jardín del norte Potosí" alberga una población mayor a 26 mil habitantes según datos del Instituto Nacional de Estadística del 2012.  Lo más llamativo e impresionante de este lugar son los chullpares (antiguas torres funerarias de origen aimara y quechua) en el sector de la zona de Huancarani, distante de Pocoata a 3,5 km.

En esta región donde se respira historia nació Noemí Chaca, enfermera obstetriz oriunda de la comunidad de Collana Tuica. Motivada por brindar atención a mujeres en situación de vulnerabilidad, en 2015 inició su camino de formación en la Universidad Siglo XX de Potosí, cursando la carrera de enfermería obstetriz y desde hace cinco años, trabaja en el municipio de Vitichi, Provincia Sud Chichas.

Su jornada comienza a las cinco de la mañana, cuando todavía no asoma el astro rey, pero ella inicia el día con alegría y compromiso. Dependiendo las distancias que recorrerá en su visita a las comunidades, alista ágilmente todos sus implementos, no sin antes dejar el alimento para su hija de tan sólo cuatro años. “Mi esposo trabaja en otro municipio y no hay quien cuide a mi niña, por eso, tuve que contratar una niñera que la cuide en mi ausencia, sobre todo cuando me voy más de dos días”, comenta.

Las enfermeras obstetrices son consideradas como responsables municipales para atender a las mujeres en sus controles prenatales, exámenes de Papanicolau, inspección visual del cuello uterino con ácido acético (IVAA), socialización de información sobre planificación familiar, métodos anticonceptivos y todo lo relacionado a su salud sexual y reproductiva.  

Noemí está a cargo de 16 comunidades circundantes en el municipio. El acceso a cada una de ellas puede ser difícil según la distancia en la que se encuentren. Por ello, a veces utiliza el transporte terrestre sea en bus, en moto o en su caso decide caminar por horas, con la premisa de cumplir sus objetivos. Nada es barrera insalvable para llegar a las comunidades donde la reciben las y los pobladores: “El cariño de las personas y sobre todo de las mujeres, hace que todo valga la pena” afirma Noemi, mostrando en su semblante la satisfacción del deber cumplido.

Ella es consciente de la enorme responsabilidad que tiene en sus manos como profesional de la salud, más aún, por la confianza que construyó con las mujeres y sus parejas producto de años de sensibilización y trabajo.

Uno de los desafíos grandes que tuvo que resolver fue en sus primeros años de trabajo en Vitichi. La mayor parte de las personas pensaban que los métodos anticonceptivos producían cáncer, que no servían. Noemí les explicó con paciencia y dedicación los beneficios de los mismos, y ahora son ellas quienes emplean los métodos, con la seguridad de que permiten su autocuidado.

“Las mujeres prefieren el DIU (dispositivo intrauterino) en las comunidades donde trabajo. Lo que más hay son las pastillas, pero a veces tengo que buscar la T de cobre. El municipio tarda en comprar. Las mamás vienen de lejos por un método, por eso trato de conseguir, unos 10 o 15 y se acaba rápido”, explica Noemí. 

Son diversas las experiencias y lecciones que Noemí recuerda en el ejercicio de enfermería obstetriz.  En una oportunidad atendió una paciente de 29 años que no podía embarazarse y sufría abortos espontáneos. Ante esta situación Noemí decidió brindar orientación a la pareja respecto a la planificación familiar.  Noemí afirma que ahora la pareja tiene un bebé de dos meses y conoce cómo llevar adelante una vida donde las decisiones informadas sobre su salud sexual y reproductiva son premisas “La alegría y esperanza de la pareja no tiene precio” afirma Noemí con alegría. “Me gusta y me hace feliz que confíen en mí, no sólo las mujeres sino también sus parejas. Amo lo que hago, amo ser enfermera”.  

Cada año, 287.000 mujeres pierden la vida en el mundo al dar a luz; 2,4 millones de recién nacidos mueren y otros 2,2 millones nacen muertos. En este contexto el trabajo de las enfermeras obstetrices es fundamental al prestar servicios de salud sexual y reproductiva en zonas de difícil acceso. Noemí es ejemplo de compromiso con la vida.