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Martha Apaza, lideresa alteña con trayectoria dirigencial, fue una de las 26 mujeres que se graduaron este 8 de diciembre como promotoras comunitarias en prevención de la violencia en el municipio de El Alto. Apaza remarcó que antes no sabían cómo actuar, cómo hacer el acompañamiento, la denuncia, pero tras el proceso de capacitación que recibieron del Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, ahora conocen los pasos a seguir, en un camino que comienza para ellas y que no se detendrá.

A través de 18 sesiones, con la facilitación de expertas en el tema como Violeta Tamayo, las promotoras graduadas recibieron información sobre los procesos de contención, acompañamiento, denuncia hasta llegar a la sentencia ante hechos de violencia. La participación de las mujeres de los distritos 5, 6 y 8 de El Alto, en las capacitaciones -en algunos casos junto a sus hijos e hijas- fue fundamental para concluir el proceso de desarrollo de competencias, donde las mujeres no sólo adquirieron conocimientos, sino habilidades y sobre todo fortalecieron las actitudes respecto a la importancia de enfrentar la violencia.

Carla Gutiérrez, Directora Ejecutiva del Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, destacó el compromiso de las participantes en fortalecer sus conocimientos y explicó el crecimiento de la red de promotoras capacitadas, que desplegadas en todo el municipio alteño, cumplen un rol central en la acción por la prevención y eliminación de la violencia basada en género. Gutiérrez destacó en este proceso, el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el apoyo financiero de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA) en el marco del proyecto "Promoviendo la igualdad de género para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de adolescentes en Bolivia”.

Rigliana Portugal Analista en Comunicación y Abogacía del UNFPA explicó la importancia que tiene en el marco del Programa País 2023-2027 del UNFPA y el Estado Plurinacional de Bolivia, el poner fin a la violencia basada en género y las prácticas nocivas. A su vez se destacó el sentido crucial que tiene el que mujeres, adolescentes, niñas en particular las que viven en zonas rurales, periurbanas y comunidades indígenas, y aquellas más dejadas atrás puedan ejercer sus derechos sexuales y reproductivos libres de violencia. Por ello, remarcó en el rol de promotoras comunitarias, reconocidas por la Ley 348, como fundamental para avanzar en ese cometido.

En representación de las promotoras comunitarias también participó Arminda Cari, destacando la presencia de mujeres que siendo parte de consejos educativos, organizaciones territoriales, juntas vecinales, entre otros dan su voz y acción para prevenir hechos de violencia que se enfrentan de manera cotidiana. Destacó en crecimiento acelerado de cifras de feminicidios en El Alto, que según datos del Ministerio Público hasta el 5 de diciembre registró 42.634 denuncias de violencia y 75 feminicidios. Cari instó a sus compañeras promotoras comunitarias a trabajar con esfuerzo en la prevención de violencia, pensando "no sólo en las generaciones actuales, sino las que vendrán detrás".

Al epílogo del evento también dieron su voz, promotoras comunitarias de amplia trayectoria que se graduaron con anterioridad y son parte del equipo de capacitadoras del Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, pero que además producen y difunden contenidos en radio Pachamama, como una forma de continuar la tarea de prevención de violencia de manera comprometida. A través de sus palabras, las lideresas motivaron a las recién graduadas a fortalecer su compromiso de trabajo y su pasión por ser parte de la red de promotoras.

Informes: Rigliana Portugal rportugal@unfpa.org