28 mayo 2025.- En el marco de la Semana de Concientización sobre la Menstruación, el Fondo de Población de las Naciones Unidas - UNFPA ha reiterado su compromiso de visibilizar la salud menstrual como un derecho humano fundamental y una dimensión esencial de la salud sexual y reproductiva. Bajo el lema global #MenstruaciónSinTabúes, la agencia impulsa una conversación abierta, informada y libre de estigmas.
Hablar de menstruación sigue siendo un tabú en muchas partes del mundo. Millones de personas menstruantes -incluidas niñas, adolescentes, mujeres y personas no binarias- enfrentan exclusión de espacios educativos, laborales, comunitarios y religiosos debido a creencias erróneas que asocian este proceso biológico con impureza o debilidad. Esta desinformación tiene consecuencias profundas y duraderas en el bienestar físico, emocional y social de quienes menstrúan.
UNFPA advierte sobre la persistente pobreza menstrual, que se manifiesta en la falta de acceso a productos de higiene adecuados, instalaciones sanitarias seguras y educación confiable sobre el ciclo menstrual. Esta realidad vulnera derechos fundamentales y refuerza las desigualdades de género. Muchas personas se ven forzadas a ausentarse de la escuela o el trabajo durante sus periodos, limitando sus oportunidades de desarrollo y participación plena en la sociedad.
En Bolivia, el impacto de este silenciamiento es particularmente complejo. La falta de educación menstrual en el sistema escolar, la carencia de baños seguros con agua limpia, y el acceso limitado a productos higiénicos afectan significativamente a niñas y adolescentes. Esta situación genera ansiedad, aumenta el ausentismo escolar y perpetúa el estigma, lo que hace urgente incorporar la salud menstrual en las políticas públicas, los programas educativos y los servicios de salud.
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, "cada día, unas 800 millones de personas entre las edades de 15 y 49 años están menstruando". Esta cifra refleja la magnitud global de la menstruación y subrayan la importancia de abordarla como una cuestión de derechos humanos, salud pública y equidad de género.
El mandato de UNFPA se centra en promover una comprensión de la menstruación basada en la dignidad, la equidad y los derechos. La organización impulsa la educación integral de la sexualidad que incluya el tema menstrual desde un enfoque científico y sin prejuicios, el acceso universal a productos de higiene seguros y sostenibles, y la transformación de las normas sociales de género que mantienen el silencio o la vergüenza en torno a la menstruación.
Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA, ha sido enfática al declarar que la salud menstrual no es únicamente un asunto de salud, sino también de derechos humanos. Señaló que la falta de acceso a productos menstruales seguros y a instalaciones sanitarias adecuadas limita el derecho de muchas personas a participar plenamente en la sociedad, reduciendo así sus oportunidades de prosperar. “Debemos garantizar a todas las personas menstruantes los suministros, la información y el apoyo necesarios para vivir con dignidad y alcanzar su máximo potencial”, afirmó. Además, subrayó la urgencia de establecer estándares globales de seguridad para productos menstruales, ya que actualmente no existen, lo que dificulta su acceso universal y seguro.
UNFPA continúa fortaleciendo sus acciones en todo el mundo mediante la provisión de educación, la mejora de infraestructuras sanitarias y la distribución de kits de dignidad que incluyen jabón, suministros menstruales y ropa interior.
Durante esta semana, la agencia hace un llamado global a romper mitos, derribar barreras y construir una cultura de respeto, información y equidad menstrual. Porque menstruar no debe ser motivo de vergüenza ni de exclusión, sino parte de una vida con dignidad, salud y derechos para todas las personas.
Mayores informes: Rigliana Portugal rportugal@unfpa.org