Rinko Kinoshita, Representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Bolivia explicó la importancia de trabajar integral y activamente para eliminar las normas sociales y de género discriminatorias que existen en la sociedad. Precisó que en este proceso resulta central el implementar estrategias para niñas, niños y adolescentes considerando los rangos de edad que comprende la primera infancia (entre 3 a 5 años) y la adolescencia precoz (entre 10 a 14 años). Estos rangos son claves y oportunos para promover cambios positivos, explicó. Esta afirmación se respalda en investigaciones desarrolladas en la materia.
Entre los 3 a 5 años las niñas y niños observan los roles que se dan en el entorno, lo cual constituye un momento oportuno para el cambio positivo, explicó Kinoshita. A su vez la segunda oportunidad es la adolescencia precoz, situada entre los 10 y 14 años, momento en el cual las personas enfrentan mayor influencia de la sociedad para construir y fijar las normas. “Ambas etapas son una valiosa oportunidad para el cambio, para construir y fijar las normas, dadas las condiciones de una persona, así como su entorno. Esto demanda la aplicación de estrategias considerando los rangos de edad” destacó la Representante.
En el marco de los procesos orientados a la transformación de las normas sociales y de género, Kinoshita explicó que UNFPA además trabaja con adultos, porque considera fundamental abordar los entornos donde viven las niñas, niños y adolescentes. Es en la etapa adulta donde por ejemplo se considera a las y los tomadores de decisión quienes son fundamentales para impulsar políticas públicas que permitan implementar intervenciones que transformen las normas.
Al abordar el UNFPA un modelo integral también trabaja con proveedores de servicios educativos, docentes que están implementando la educación integral en sexualidad para justamente transformar las normas sociales de género. Asimismo, se trabaja con proveedores de salud, brindando servicios de salud sexual y salud reproductiva en el marco de la igualdad de género, partiendo del hecho que las y los adolescentes sí pueden tomar sus decisiones sobre su salud. De forma paralela, se trabaja con proveedores de protección ante hechos de violencia basada en género, porque las normas sociales y de género discriminatorias y nocivas, son causa de la violencia que se ejerce.
El proceso de transformación de normas sociales y de género no estaría completo si no involucrara a niños y hombres, dada la integralidad y la necesaria unidad de acciones. Del mismo modo, es central la participación de madres y padres; y de periodistas y operadores de medios de información, explicó Kinoshita.
Estos aportes a la reflexión se dieron a conocer en el evento de presentación del Informe #CambiaELChip: Juventudes y estereotipos de género, socializado de manera conjunta por el Sistema de Naciones Unidas, UNICEF, ONU Mujeres y UNFPA, ante periodistas, este 20 de marzo. Valery Tarqui de BTS Bolivian Army y de la Red de Adolescentes por la Salud Mental (LACRO UNICEF) y Mayerly Machicao de la Asociación de Jóvenes LGBTI "Metamorfosis" presentaron el Informe, enriqueciendo el mismo con sus valiosos criterios. U-Report es una herramienta innovadora de UNICEF que permite conocer las opiniones de niñas, niños, adolescentes y jóvenes sobre distintos temas de su interés, para fortalecer su desarrollo.
Fotos: ONU Bolivia, UNFPA Bolivia
Escrito por rportugal@unfpa.org