El Alto, 24 mayo de 2025.- El Fondo de Población de las Naciones Unidas - UNFPA  organizaciones sociales y cooperación internacional impulsan el análisis de normas sociales de género para transformar la realidad de mujeres en situación de vulnerabilidad.

En un esfuerzo conjunto por enfrentar las desigualdades persistentes en el ejercicio de los derechos sexuales y derechos reproductivos en Bolivia, el UNFPA, en coordinación con organizaciones comunitarias y equipos del Sistema de las Naciones Unidas, desarrolló un espacio de diálogo y reflexión orientado a identificar y transformar las normas sociales de género que afectan a mujeres, especialmente en situaciones de violencia y embarazo.

María Isabel Baldellón Quilla, Presidenta del Directorio Municipal de Promotoras Comunitarias de Prevención de la Violencia en Razón de Género de El Alto, quien fue parte de la organización del evento destacó el compromiso de las lideresas locales en la construcción conjunta de soluciones desde sus propios contextos.

Durante la jornada, las participantes reflexionaron críticamente sobre las normas sociales que refuerzan prácticas discriminatorias y limitan el acceso a anticonceptivos, la prevención de la violencia y el ejercicio pleno de los derechos reproductivos.

La Analista de Programa en Normas Sociales de Género del UNFPA, Mónica Beltrán presentó el enfoque triagencial del proyecto "Salud, derechos sexuales y reproductivos para una vida libre de violencia sexual y de género para las mujeres y niñas en situaciones de vulnerabilidad de Bolivia" financiado por la Embajada de Canadá en Bolivia y que es implementado por ONU Mujeres, UNFPA y UNICEF. Son objetivos del proyecto -conocido de forma resumida como "Alza la Voz"- mejorar la disponibilidad y utilización de servicios integrales de salud sexual y reproductiva, y la prevención violencia sexual basada en género; así como promover el cambio de las normas sociales de género para disminuir la violencia y prácticas nocivas.  

Beltrán propició un análisis colectivo sobre las causas estructurales de la discriminación, como la desinformación, los prejuicios religiosos y culturales, y la falta de servicios accesibles. A través de dinámicas participativas, se identificaron consecuencias complejas como: embarazos intencionales, mortalidad materna, abandono escolar y laboral, abortos inseguros y daños en la salud mental de las mujeres. Se conformaron grupos de trabajo enfocados en dos temáticas clave: violencia durante el embarazo y barreras en el acceso a anticoncepción. Las participantes elaboraron árboles de problemas, identificando causas, efectos y soluciones, entre ellas: campañas de información, talleres en unidades educativas, alianzas con sindicatos de transporte, fortalecimiento de centros de salud y formación especializada a promotoras comunitarias.

El trabajo concluyó con el Plan de Acción 2025–2026, construido de forma colaborativa, que prioriza la prevención de embarazos adolescentes, el acceso a métodos anticonceptivos y la erradicación de la violencia hacia mujeres embarazadas. Las actividades están programadas para desarrollarse a partir de junio de 2025 en unidades educativas, centros de salud y espacios vecinales de los distritos 2 y 8 de El Alto.

En criterio de la facilitadora del proceso, Cristina Pinto Consultora de Asistencia Técnica en Salud Sexual Reproductiva, Materna, Neonatal, Adolescencia y Normas Sociales de Género del UNFPA, el proceso permitió la construcción colectiva de un plan de trabajo con enfoque en derechos y participación comunitaria. Para Pinto, fue fundamental la movilización de las promotoras comunitarias en el análisis crítico de las normas sociales de género. Entre las lecciones aprendidas Pinto destacó la importancia de incluir activamente a las lideresas en el proceso, así como el empleo de metodologías lúdicas e interactivas para fomentar la participación activa, así como partir de las vivencias personales y comunitarias para proponer soluciones reales y sostenibles. El compromiso de las promotoras comunitarias demuestra que el cambio social es posible cuando las mujeres lideran, se informan y se organizan para transformar sus realidades y las de sus comunidades.

Mayores informes: Rigliana Portugal rportugal@unfpa.org