Panamá, 11 de octubre de 2012. El Día International de la Niña, observado por la ONU por primera vez este año el 11 de octubre, es una celebración de los progresos realizados en la promoción de los derechos de las niñas y el reconocimiento del trabajo que queda por hacer para la eliminación de las desigualdades de género entre niños y niñas.
En esta ocasión, las oficinas regionales en América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), ONU Mujeres, la Campaña del Secretario General de las Naciones Unidas ÚNETE para Poner Fin a la Violencia contra las Mujeres y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), desean expresar su preocupación por la situación de millones de niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe, especialmente las que viven en la pobreza extrema y los que están sujetas a violencia y discriminación por motivos de género.
Una de las expresiones màs evidentes del impacto de la pobreza y la desigualdad en la región es el embarazo adolescente, el cual no solamente no ha logrado reducirse, sino que en algunos países más bien ha aumentado. Hoy día, alrededor de 1 de cada 5 niños (as) nacen de una madre adolescente entre 15 y 19 años. De hecho, esta maternidad temprana que se presenta como única opción de vida para muchas niñas en la región, esconde una situación de falta de garantía al ejercicio de sus derechos fundamentales y es en definitiva un modelo efectivo de reproducción de los patrones de exclusión y la persistencia de la pobreza.
Los estudios demuestras que la mayoría de estas niñas terminarán abandonando la escuela y muy posiblemente estarán expuestas a ser receptoras de abuso y violencia, incluida la violencia sexual. Además, como un riesgo directo a su salud, las adolescentes embarazadas enfrentan mayor probabilidad de complicaciones relacionadas con el embarazo y son más víctimas de mortalidad materna que las mujeres mayores. Las niñas que dan a luz antes de los 15 años tienen cinco veces más probabilidades de morir en el parto que las mujeres mayores.
Si una madre tiene menos de 18 años, el riesgo de que su bebé muera durante su primer año de vida es un 60 por ciento mayor que la de un nacido o una nacida de una madre mayor de 19 años. Además, incluso si el niño o niña sobrevive, él o ella tendrá más probabilidades de sufrir bajo peso al nacer, desnutrición y desarrollo físico y cognitivo tardíos.
UNFPA, ONU Mujeres, la campaña ÚNETE y UNICEF quieren felicitar a aquellos países que están empezando a adoptar y aplicar leyes y políticas contundentes para prevenir el embarazo precoz y la violencia basada en el género. Sin embargo, en muchos países de América Latina y el Caribe, la edad mínima para contraer matrimonio para las niñas sigue siendo de 14 y 16 años de edad y hasta 12 y 13 años en algunos de ellos. Las agencias de Naciones Unidas recomiendan a los gobiernos adoptar medidas decisivas y concertadas para asegurar que todas las niñas en esta región tengan el derecho a una infancia que les brinde la oportunidad de alcanzar su pleno potencial.
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