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Hoy en día tenemos la mayor generación de jóvenes que el mundo haya visto, con más del 40 por ciento de la población mundial menor de 25 años. Con su dinamismo e imaginación, los y las jóvenes pueden transformar las circunstancias sociales y económicas de los países desarrollados y en vías de desarrollo. Con más del 12 por ciento de la población entre los 15  y 24 años de edad que migran a través de las fronteras hoy, el Día Internacional de la Juventud de este año se centra en cómo los y las jóvenes migrantes mueven el desarrollo hacia adelante.

La migración hoy en día tiene un rostro femenino, y ese rostro es el de una joven. Las y los jóvenes migrantes suelen ver la migración como una posibilidad para nuevas oportunidades, una mayor libertad de las tradiciones y normas, así como la posibilidad de afirmar su propia identidad. A través de la migración, los adolescentes y jóvenes contribuyen de manera significativa tanto a sus países de origen,como de destino, y su  potencial  para construir puentes sociales, económicos y culturales de cooperación y el entendimiento entre las sociedades, es inmensa.

Sin embargo, el viaje puede estar lleno de riesgos, dificultades y decepciones, y los y las jóvenes migrantes se pueden encontrar en situaciones de vulnerabilidad. En un ambiente desconocido, sin apoyo social, algunos terminan abandonando la escuela o sin tener acceso a servicios de salud y otros servicios sociales, debido a los altos costos o barreras idiomáticas o culturales. Otros pueden tener miedo a buscar información y servicios de salud por temor a la deportación. De particular preocupación son las mujeres jóvenes y las niñas que están expuestas a la violencia basada en género, o que son víctimas de traficantes o son forzadas a contraer matrimonio infantil, o que están expuestas a un embarazo no deseado y otras formas de explotación.

Con el fin de alcanzar su pleno potencial y contribuir al desarrollo social y económico, los y las migrantes jóvenes necesitan tener acceso a educación, trabajo decente y servicios de salud, incluidos los servicios de salud reproductiva. El UNFPA colabora con sus socios para garantizar que los y las jóvenes tengan el más alto nivel posible de salud ya que esto les permite ejercer su derecho a tomar decisiones libres y responsables sobre asuntos relacionados con su salud sexual y reproductiva. Esto incluye asegurar el acceso a información y servicios de salud sexual y reproductiva, incluida la planificación familiar y educación sexual integral apropiada por edad, de modo que puedan tomar decisiones informadas y ejercer sus derechos reproductivos libres de coerción, discriminación y violencia.

UNFPA, como co-presidente de la Red Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de la Juventud, trabaja con todos sus asociados para encontrar formas innovadoras de ayudar a los países a asegurar la salud, el desarrollo y los derechos humanos de los y las jóvenes, incluidos los y las jóvenes migrantes. La red ha desarrollado un audaz plan de acción para trabajar con y para jóvenes, y ha pedido mayores inversiones en jóvenes. Esta es una obligación moral y una necesidad social, económica y política. Estamos comprometidos con la entrega de un mundo en el que el potencial de todos/as los y las jóvenes se cumpla– en el que se respeten sus derechos humanos y se celebre su diversidad.

A pesar de su elevado número, los y las jóvenes migrantes son en gran parte invisibles en los debates y políticas sobre la migración internacional. Para maximizar los posibles beneficios de desarrollo de la migración, es esencial incluir a los y lasjóvenes en el discurso sobre migración y desarrollo.

Con el conjunto de nuestros esfuerzos y recursos, incluyendo los de los y las jóvenes y migrantes, podemos crear vidas justas y saludables para todos los y las jóvenes, y para generaciones futuras.