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Ministros y Ministras de Salud de varios países de América Latina firmaron en Lima, Perú, este jueves, 30 de junio, una Declaración de compromiso para seguir avanzando en políticas y programas de salud sexual y reproductiva intercultural, que contribuyan a la reducción de la mortalidad materna entre mujeres indígenas.

La Declaración se alcanzó en el marco de una Reunión Regional de Alto Nivel, convocada por el Ministerio de Salud del Perú, el Organismo Andino de Salud – Convenio Hipólito Unanue (ORAS CONHU) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), con el auspicio de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), en la cual participaron ministros y delegados de alto nivel de los Ministerios de Salud de Bolivia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Perú y Venezuela, así como expertos internacionales y líderes indígenas en el ámbito de la salud reproductiva intercultural.

 

Actualmente mueren en todo el mundo alrededor de 1.000 mujeres cada día por causas relacionadas al embarazo, parto o post parto. En América Latina y el Caribe, la razón de mortalidad materna alcanza 85 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, pero en algunas comunidades indígenas esta cifra puede llegar a triplicarse. En gran medida, estas desigualdades se deben a la escasez de servicios de atención a la salud reproductiva para mujeres indígenas adecuados a sus prácticas culturales para la atención del parto.

Para hacer frente a esta alarmante situación, las delegaciones reunidas en Lima suscribieron una Declaración donde promueven “la provisión de atención especial a las mujeres adolescentes y jóvenes indígenas en relación a sus necesidades de información, educación y servicios de salud sexual y reproductiva”. Asimismo, acordaron la necesidad de fortalecer la participación de los pueblos indígenas en el diseño, desarrollo e implementación de políticas de salud reproductiva.   

“La meta es que ninguna mujer muera al dar vida”, afirmó Marcela Suazo, Directora Regional del UNFPA para América Latina y el Caribe. “El apoyo de los diálogos interculturales pasa por la inclusión de prácticas de atención al embarazo, al parto y post parto, como el parto en posición vertical, la aclimatación de la sala, el uso de la lengua indígena, la presencia de traductores y de los familiares –elementos que pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Para incorporarlos es fundamental el compromiso político e institucional”.

En una reunión paralela, lideresas indígenas de Bolivia, Ecuador, Guatemala y Perú, reconocieron los avances alcanzados, pero al mismo tiempo hicieron un llamado a que “se incorpore la perspectiva de interculturalidad y derechos humanos en las políticas y programas de derechos a la salud, derechos sexuales y reproductivos, incluyendo la erradicación de todas las formas de violencia contra las mujeres indígenas en el ámbito doméstico y público”.

“En la Declaración que se firmó, los países se comprometieron a darle cumplimiento a la legislación vigente, y esto es muy importante porque si no hay voluntad política y no se respetan las culturas indígenas, dar vida se convierte en un riesgo para las mujeres”, afirmó Cleotilde Cu Caal, Defensora de la Mujer Indígena de la Presidencia de Guatemala.

La sede de la Comunidad Andina (CAN), en Lima, sirvió como un punto de encuentro para todas las delegaciones participantes en esta Reunión de Alto Nivel, quienes a su vez hicieron un análisis de los principales avances y desafíos en cada uno de sus países de la iniciativa regional liderada por el UNFPA, con el financiamiento de la AECID, desarrollada por los Ministerios de Salud de Bolivia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Perú, y sus socios estratégicos.

En la reunión, el Secretario General de la Comunidad Andina, Dr. Adalid Contreras, manifestó: “En el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, reducir la mortalidad materna es una prioridad. Tenemos una oportunidad para mejorar la vida de millones de niños y mujeres, garantizando servicios de salud, reduciendo en al menos un tercio la mortalidad neonatal y materna, a través de nuevas iniciativas para enfrentar los problemas de nuestras poblaciones”.

En una reunión paralela, lideresas indígenas de Bolivia, Ecuador, Guatemala y Perú, reconocieron los avances alcanzados, pero al mismo tiempo hicieron un llamado a que “se incorpore la perspectiva de interculturalidad y derechos humanos en las políticas y programas de derechos a la salud, derechos sexuales y reproductivos, incluyendo la erradicación de todas las formas de violencia contra las mujeres indígenas en el ámbito doméstico y público”